Con profundo pesar, la comunidad educativa del Colegio San Simón lamenta la pérdida de nuestro querido profesor José Ignacio Olaya, quien falleció el día de ayer. Su partida deja un vacío inmenso en nuestros corazones y en el alma de esta institución, donde dejó una marca indeleble como maestro, amigo y mentor.
“Con profundo dolor, honro la memoria de mi amigo, colega y compañero José Ignacio Olaya, maestro querido por toda la comunidad educativa, estudiantes, padres de familia, egresados, directivos y docentes. Sus enseñanzas quedarán marcadas para siempre en los corazones de quienes compartimos su sabiduría y templanza para ver la vida. Sencillo, humilde y trabajador, espontáneo y generoso. La vida nos dio la oportunidad de conocer a un gran ser humano, su partida deja huella; siempre dio todo por la academia, incluso su vida para que las nuevas generaciones entiendan el verdadero significado de la existencia. Vuela alto buen amigo. Descansa en paz. Nachito.” Palabras de un profesor y amigo.
José Ignacio Olaya fue mucho más que un profesor de matemáticas; fue un pilar fundamental en la formación de generaciones de estudiantes. Su dedicación incansable, su humildad y su generosidad fueron cualidades que lo distinguieron y lo convirtieron en un referente para toda la comunidad estudiantil.
Hoy la comunidad del colegio San Simón detendrá sus actividades académicas, para darle el último adiós a una persona que dejó huella en la vida de muchos seres humanos, a las 11:30 amigos y familiares saldrán de la funeraria hacia el colegio de San Simón, en donde va a estar en cámara ardiente el cuerpo de José Ignacio olaya hasta la 1:40, momento en el que estudiantes y cuerpo docente y administrativo rendirán homenaje al fallecido profesor, después se dirigirán hacia la iglesia de piedra pintada para la misa, finalmente el féretro será llevado al totumo.
Como colega y compañero, José Ignacio siempre demostró un compromiso inquebrantable con la excelencia académica y el bienestar de sus alumnos. Su pasión por enseñar trascendió las aulas y dejó una huella imborrable en cada uno de los que tuvieron el privilegio de conocerlo.
En este momento de duelo, extendemos nuestras más sinceras condolencias a su familia y seres queridos. Que encuentren consuelo en el recuerdo de su amabilidad y dedicación, y que su legado perdure como inspiración para las futuras generaciones.
Descansa en paz, querido profesor José Ignacio Olaya. Tu partida deja un vacío que nunca podrá ser llenado, pero tu espíritu vivirá en cada lección aprendida y en cada vida que tocaste con tu sabiduría y tu bondad.
Firmado,
La Comunidad Educativa del Colegio San Simón