#Editorial: Andrés Fabián Hurtado Barrera, Alcalde de Ibagué.
Durante nuestro mandato denominé a los opositores de las obras: “La gavilla de los que nada les gusta”, pues sin fundamento alguno se caracterizaron por lapidar, enlodar y entorpecer los proyectos, y justamente, el gran Coliseo Mayor no fue la excepción, pues con todo un arsenal de mentiras creadas, trataron de forjar la idea que las obras de Andrés Hurtado no se construirían.
Este fue el modus operandi, y lo seguirá siendo hasta que finalicen las elecciones regionales de quienes no conciben que la ciudad progrese, cuando los que trabajan para que así sea, son lejanos a su forma de pensar o entender el mundo.
Sin embargo, son evidentes los buenos resultados obtenidos y mis críticos quedaron en vergüenza, pues para la gloria de Dios, lo que dijimos, lo cumplimos. Gracias a Dios y al trabajo de muchos ibaguereños, el Coliseo Mayor hoy se alza como uno de lo más importantes de la ingeniería deportiva nacional, motivo de orgullo ibaguereño, tolimense, colombiano e inspiración para las futuras generaciones.
Este nuevo templo del deporte recibirá eventos de talla nacional e internacional, el Coliseo Mayor de los ibaguereños tiene su cancha en maderamen, áreas verdes, iluminación de alta tecnología, camerinos, tablero electrónico, red contra incendios y capacidad para 8.000 espectadores. Además de una membrana marca Serje Ferrari, que sirve como cubierta y una arquitectura a la vanguardia, tensada que iguala a las implementadas en escenarios como el del estadio Pascual Guerrero o el Movistar Arena de Bogotá.
Gracias a este magno escenario, Ibagué es mundial. La Selección Colombia de Patinaje Artístico ya probó la pista del Coliseo Mayor, la cual, recibirá a partir de este 19 de septiembre el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico 2023, una justa deportiva que contará con cerca de 40 países y 1.300 deportistas de todo el planeta.
Ibaguereños, esto de ustedes, por eso acordamos con las autoridades que el ingreso sea gratuito. Nuestro único beneficio será la sonrisa de los miles de ciudadanos que presencien este importante evento, y por supuesto, las ganancias que dejará a todos los establecimientos comerciales y ciudadanía en general, con la circulación de miles y miles de turistas.
Porque cuando se trabaja con amor y llenos de fe, ocurren cosas grandes; lo que hoy está viviendo Ibagué es algo de enormes proporciones, algo histórico. No queda más que disfrutarlo y seguir trabajando para hacer de esta, una mejor ciudad. Mi invitación final es para que todos entremos en modo Mundial, y ser los mejores anfitriones.