Blake Lemoine, ingeniero senior de Google, fue suspendido por haber asegurado que una inteligencia artificial denominada ‘LaMDA’ podría tener sentimientos.
La decisión se dio a conocer en el periodico The New York Times después de que el trabajador hiciera pública una conversación que sostuvo con el software avanzado.
Las sospechas del ingeniero iniciaron cuando empezó a compartir con la inteligencia artificial para identificar si había discursos de odio o discriminatorios en su sistema.
Según su relato, durante la investigación se dio cuenta de que ‘LaMDA’ hacía referencia a su personalidad, derechos y deseos.
De hecho, en la transcripción que hizo pública Lemoine había una parte en la que la inteligencia artificial hablaba de las emociones que sentía y aseguraba que no podía explicarlas perfectamente a través del lenguaje humano.
Sin embargo, Google aseguró que las declaraciones de Lemoine no son ciertas pues, según ellos, las inteligencias artificiales que han desarrollado son capaces de imitar intercambios conversacionales pero no tienen consciencia.
Por eso, la compañía tomó la decisión de suspenderlo tras haber violado las políticas que impone la empresa en materia de confidencialidad.