La Secretaría de Salud del Tolima, en coordinación con el Instituto Nacional de Salud (INS), ha confirmado un preocupante brote de fiebre amarilla en el departamento, con un total de 81 casos reportados y 31 muertes hasta la fecha, lo que representa una letalidad del 38 %.
Los municipios más afectados son Cunday, Prado, Villarrica, Purificación, Ataco y Dolores, ubicados en zonas rurales y de alta exposición al mosquito transmisor. Ante la gravedad de la situación, se ha intensificado la estrategia de vacunación masiva y las acciones de vigilancia epidemiológica y ambiental, en un esfuerzo por contener la propagación del virus.
“Estamos frente a uno de los brotes más agresivos de los últimos años. La fiebre amarilla es prevenible con una sola dosis de vacuna, por eso hacemos un llamado urgente a la comunidad para acudir a los puntos de vacunación”, señaló un vocero de la Secretaría de Salud departamental.
Hasta el momento, se han aplicado más de 223.000 dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla en el Tolima. A nivel nacional, el Ministerio de Salud y Protección Social ha desplegado un plan de respuesta inmediata, que incluye también la vigilancia de primates, considerados centinelas para detectar la circulación del virus en zonas selváticas.
¿Qué es la fiebre amarilla?
Es una enfermedad viral transmitida por mosquitos infectados, que se presenta en zonas tropicales. Sus síntomas iniciales incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas y fatiga. En su forma grave, puede causar ictericia, sangrado, falla hepática y muerte.
Recomendaciones para la comunidad:
•Verifique su esquema de vacunación. Si no tiene registro de vacuna contra fiebre amarilla, acuda de inmediato al centro de salud más cercano.
•Use ropa que cubra brazos y piernas, aplique repelente y utilice toldillos, especialmente en zonas rurales.
•Evite desplazamientos innecesarios a zonas endémicas si no está vacunado.
•Reporte al personal de salud cualquier síntoma sospechoso.
•Participe en jornadas de prevención y control vectorial en su comunidad.
Las autoridades de salud reiteran el llamado a la calma, pero también a la responsabilidad colectiva para frenar la propagación del virus. El Tolima se mantiene en estado de alerta epidemiológica, y los equipos de respuesta rápida continúan desplegados en las zonas más afectadas.


