Las reclamaciones históricas del Oriente del Tolima y las oportunidades de este tiempo

El Oriente del Tolima es una región de vocación turística preferencialmente. Los municipios de Melgar, Carmen de Apicalá, Cunday, Villarrica e Icononzo tienen especiales características como la cercanía geográfica al gran mercado de la Capital Colombiana que los hace el destino preferido de muchos para pasar vacaciones e incluso invertir como, de hecho, sucede desde hace décadas.

Pero el Oriente tolimense también tiene una incontable oferta agropecuaria. Es en esa región donde también se cultiva café, cacao, guanábana, frutales y donde una gran extensión de tierras está dedicada a la ganadería.

Quiero empezar por este renglón. A propósito del reciente ejercicio de las Mesas de Innovación que está proponiendo la Administración de la gobernadora Adriana Magali Matiz, pudimos expresarle la posibilidad de realizar ferias ganaderas periódicas. El hato ganadero del Oriente tolimense está conformado por más de 70.000 cabezas de ganado; de las cuales 26 están en explotaciones ganaderas del municipio de Cunday. La mandataria acogió con gran entusiasmo nuestra propuesta y se comprometió a incluirla en el Plan de Desarrollo Departamental a ejecutarse durante estos cuatro años.

Pero también le expresamos a la gobernadora de los tolimenses nuestra preocupación por la precaria red vial de nuestro Oriente del Tolima. No sólo están en mal estado las vías que intercomunican a los municipios sino también las que conectan a nuestros pueblos con las veredas; precisamente donde viven y ejercen su actividad las familias productoras campesinas. Recibimos con optimismo el anuncio de la pronta adjudicación para recuperar la vía Melgar-Icononzo, Melgar-Carmen de Apicalá y la pavimentación de tres kilómetros de la carretera que comunica a Cunday con Villarrica.

También aprovechamos nuestra intervención para solicitarle a la mandataria la compra de motos para reforzar la seguridad en Carmen de Apicalá, la iluminación completa de la vía Carmen de Apicalá-Melgar, la modernización del hospital y la culminación definitiva de la vía Carmen de Apicalá-El Paso con la construcción, por fin, del puente que nos comunica con la ciudad de Girardot y el Departamento de Cundinamarca. De inmediato, la gobernadora se comprometió con varias de nuestras peticiones como la entrega de dos motocicletas con destino a la Policía Nacional.

Esas y otras propuestas, presentadas en alianza con los alcaldes de esta región, tuvieron buen recibo y buena acogida por parte de la gobernadora Adriana Magali Matiz y de su equipo de trabajo. Reconocemos que el atraso de nuestro Departamento en varios sectores es de varias décadas. Somos optimistas que en este cuatrienio vamos a avanzar significativamente en estos sectores que reclaman esas inversiones. Seguiremos, desde nuestra Presidencia en la Asamblea del Tolima, apostándole a estos ejercicios de desarrollo que también llegarán a otras regiones tolimenses y a donde también llegaremos con nuestras ideas y propuestas.

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