Servicio Geológico Colombiano cumple 30 años monitoreando la actividad sísmica del país

Con 14 estaciones satelitales transmitiendo por primera vez en tiempo real la ocurrencia de eventos sísmicos hasta Bogotá, el 1 de junio de 1993 inició la operación de la Red Sismológica Nacional, a cargo del Servicio Geológico Colombiano.

 

Por su ubicación geográfica, en la esquina noroccidental de Sudamérica, donde confluyen las placas tectónicas del Caribe, Nazca y Sudamericana (que interactúan permanentemente), Colombia es un país de sismos.

Esto no solo indica que la ocurrencia de estos eventos es frecuente (unos 2.500 al mes – la mayoría de ellos imperceptibles para las personas), sino que también puede desencadenar otros fenómenos como tsunamis y movimientos en masa (comúnmente denominados deslizamientos) y, por lo tanto, incrementar los riesgos para la vida y los bienes de miles de personas.

En ese contexto, el 1 de junio de 1993 entró en funcionamiento la Red Sismológica Nacional de Colombia (RSNC), operada por el entonces Ingeominas, hoy Servicio Geológico Colombiano (SGC).

Desde ese momento, su existencia ha permitido producir información geocientífica que no solo ha sido la base para conocer más y mejor al país en términos de amenaza sísmica, sino también para que los actores que componen el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres puedan reaccionar de manera oportuna y así evitar desastres.

A su vez, teniendo en cuenta que la información obtenida por la RSNC permite la entrega de la localización y la magnitud de los sismos a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), con el fin de activar los planes de reacción y el despliegue de las diferentes entidades que componen el Sistema (los primeros minutos y horas de atención post sismo son fundamentales para salvar el mayor número de vidas).

Así mismo, la información conseguida por la Red también ha posibilitado la generación de modelos de amenaza y riesgo sísmico, a partir de datos cada vez más confiables y robustos, con el fin de saber cuáles son las zonas que pueden verse más afectadas por eventos de este tipo y así orientar la toma de decisiones respecto a la planificación, ordenamiento territorial y gestión del riesgo.

Adicionalmente, el registro de la sismicidad ha facilitado estimar los posibles efectos de un sismo sobre la población y la infraestructura.

Así lo indica Julio Fierro Morales, director general del SGC: “La Red nos permite conocer la distribución de los sismos en el país y, con ello, identificar cuándo una zona es sísmicamente activa.

Es importante  resaltar porque, si bien no podemos predecir los sismos, sí podemos determinar las probabilidades de que sucedan en un determinado territorio”.

Además Añadió que monitorear el comportamiento y entender la tipología de las fallas geológicas, es decir fracturas que afectan la corteza terrestre, es otra de las posibilidades que la Red le ha dado al país.

“Al final, toda esta información geocientífica apoya la toma de decisiones para salvar vidas humanas y evitar la pérdida de las propiedades de las personas”.

Pero, ¿qué motivó la creación de la RSNC? Fueron precisamente eventos con consecuencias devastadoras, entre ellos, el terremoto de la costa Pacífica en 1979, el cual originó un tsunami con cuantiosas pérdidas humanas y materiales.

También, el terremoto de Popayán en 1983, y la erupción del volcán Nevado del Ruiz en noviembre de 1985.

Así lo expresó Adolfo Alarcón Guzmán, entonces director de Ingeominas, en el primer boletín trimestral de sismos publicado en 1993, luego de la entrada en marcha de la RSNC. “Todas esas circunstancias, unidas a la toma de conciencia sobre la obligación del Estado de proteger las vidas y los bienes de los ciudadanos frente a estos fenómenos, dieron pie para la creación de una moderna red sismológica y de vigilancia volcánica”.

En esa misma comunicación, el ingeniero civil y experto en ingeniería sísmica, Alberto Sarria (Q.E.P.D.), manifestó que “todos estos eventos nos recuerdan a los colombianos el ambiente físico particularmente complicado y poco comprendido en el que vivimos.

Por otra parte, la interacción entre las placas Nazca, Suramericana y caribe induce deformaciones en la corteza y, a su vez, permite la acumulación de energía que se libera dando origen a muchos sismos”.

El ingeniero agregó que, aunque para la época el estudio de la sismotectónica nacional llevaba varias décadas, en las cuales se habían implementado técnicas como comprobaciones de campo, aerofotografías, y análisis de datos producidos por el Instituto Geofísico de los Andes Colombianos de la Pontificia Universidad Javeriana, surgió la necesidad de crear la RSNC para obtener equipos modernos, con mayor capacidad de detección y rápida ubicación de eventos.

Esta necesidad de modernización tecnológica no solo se generó para responder a escenarios de prevención, sino también a los procesos de urbanización de Colombia que marcaron un reto para la definición de normativas de construcción sismo resistente.

Esto, buscando integrar la amenaza sísmica y el comportamiento de los suelos en el diseño y construcción de edificaciones, debido a la gran cantidad de personas que habitaban en viviendas sin ningún tipo de medida sismo resistente.

 

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