Ayer, la actividad sísmica asociada a fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico mantuvo un comportamiento similar en cuanto a número y energía sísmica, respecto al día anterior (19 de abril).
Los sismos se localizaron en los alrededores del volcán en los sectores occidental,
suroccidental y nororiental, a profundidades entre 1 y 6 km.
También continúa la sismicidad relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos, asociada principalmente a la salida de vapor de agua y gases volcánicos.
Así mismo, la altura máxima de la columna de gases y/o ceniza fue de 1300 m medidos desde la cima del volcán y tuvo una dirección de dispersión predominante hacia el suroccidente de este.
Por otra parte, continúan la desgasificación de dióxido de azufre a la atmósfera y las anomalías térmicas en el fondo del cráter,
las cuales se observan desde plataformas de monitoreo satelital.
Todos estos indicadores ratifican lo que han presentado por parte del SGC hemos donde ratifican que la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable.
Si bien la sismicidad de fractura puede variar y cambiar de localización, la presencia de anomalías térmicas en el fondo del cráter mayores a las presentadas en meses anteriores, asociadas con la salida -en ocasiones continua- de ceniza, son parámetros que indican un nivel mayor de actividad de este con respecto a semanas anteriores, los cuales deben ser
monitoreados de manera permanente y especial.
Por su parte el Servicio Geológico Colombiano continúa reiterando que la actividad del volcán Nevado del Ruiz seguirá en nivel naranja, lo que indica que existe una probabilidad de que en días o semanas haga una erupción mayor a las que ha
hecho en los últimos 10 años.
Para cambiar de nivel y retornar a nivel amarillo se requiere un tiempo
prudencial donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad, razón por la cual se advierte que el nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz permanecerá en alerta naranja por varias semanas.
Durante este tiempo, en caso de
que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo.
Por último, la SGC recomienda a la comunidad conservar la calma y seguir todas las instrucciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y autoridades locales, y estar atenta a
la información proporcionada por el Servicio Geológico Colombiano sobre la evolución del estado del volcán.