Álvaro Uribe: condenado a 12 años de prisión domiciliaria, pero su defensa no se rinde

En un hecho sin precedentes en la historia de Colombia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue condenado a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos.

La decisión fue tomada por la jueza Sandra Liliana Heredia, quien lo halló culpable de haber manipulado testigos para desacreditar al entonces senador Iván Cepeda, quien lo había vinculado con grupos paramilitares.

Uribe no irá a prisión, pero deberá cumplir la condena en su residencia bajo estrictas condiciones, dado que los delitos imputados aunque graves no superan individualmente los ocho años de pena, lo que permitió la detención domiciliaria.

¿Qué viene ahora?

La defensa del expresidente ya apeló la decisión. El caso pasa ahora al Tribunal Superior de Bogotá, que deberá emitir una sentencia definitiva antes de octubre de 2025, fecha clave, ya que si no hay fallo en segunda instancia para entonces, el caso podría prescribir y extinguirse legalmente.

En paralelo, los abogados de Uribe anunciaron que están listos para llevar el proceso hasta la Corte Suprema de Justicia, si es necesario, insistiendo en que hubo irregularidades y motivaciones políticas detrás del fallo.

La voz de Uribe

A través de un comunicado y en sus redes sociales, Uribe calificó la condena como un “acto político disfrazado de sentencia”, asegurando que el objetivo es “destruir a una voz de la oposición democrática”. También apuntó directamente al Gobierno nacional, a Cepeda y al ministro de Justicia, acusándolos de usar el aparato judicial con fines de persecución.

Un país dividido

El fallo ha generado reacciones intensas en todos los sectores. Mientras el Centro Democrático respalda a su líder y denuncia una “arbitrariedad judicial”, desde el Pacto Histórico celebran la decisión como un “triunfo de la justicia sobre la impunidad”.

La polarización ha escalado en las calles y en redes sociales, donde el tema ocupa titulares, espacios de opinión y alimenta la ya tensa carrera electoral rumbo al 2026.

¿Qué significa esto para Colombia?

El caso Uribe no solo toca a una figura clave del pasado reciente del país, sino que también marca un punto de quiebre: por primera vez, un expresidente ha sido condenado penalmente en juicio oral.
Independientemente de lo que ocurra en la apelación, el impacto ya es histórico.

Seguiremos actualizando desde Que Onda lo que pase con este caso que tiene al país con los ojos puestos en los tribunales.

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