“Un adiós en la montaña: el último recorrido de Kevin Hernando Bocanegra”

Kevin Hernando Bocanegra, un joven apasionado por las montañas, falleció el 31 de diciembre de 2024 durante una expedición a la Laguna del Encanto, en el Parque Nacional Natural Los Nevados.

Su partida, marcada por el mal de altura y denuncias de negligencia, deja un vacío en su familia y cuestiona los protocolos de seguridad en actividades de alta montaña.

Despedir el año entre cumbres y paisajes que parecen tocar el cielo era el sueño de Kevin Hernando Bocanegra, un montañista de 25 años que dedicaba su vida a explorar los parajes más hermosos de Colombia. El 31 de diciembre, acompañado de su pareja, Jois Ramírez, y su suegra, Julieth Ordóñez, se adentró en el corazón del Parque Nacional Natural Los Nevados. No imaginaba que sería su último recorrido.

A más de 4.000 metros de altitud, Kevin comenzó a experimentar síntomas de mal de altura: mareo, dolor de cabeza, tos y una opresión en el pecho que anunciaban complicaciones. Aunque era un conocedor de las montañas, esta vez su cuerpo no resistió. Un paro cardiorrespiratorio apagó su vida mientras se encontraba en la Laguna del Encanto, un lugar cuyo nombre contrasta dolorosamente con el desenlace de aquella tarde.

Un dolor más allá de la pérdida
El duelo de Jois y Julieth no terminó ahí. Tras el fallecimiento, ambas relatan haber vivido momentos de angustia y desamparo en la finca La Primavera, donde fue llevado el cuerpo de Kevin. “Lo envolvieron en lonas, como si no fuera un ser humano. Nos trataron como si fuéramos una molestia más, diciéndonos que debíamos irnos del lugar”, expresó Julieth con la voz entrecortada.

Jois, profundamente afectada, cuestionó la actuación del guía turístico, quien además era primo de Kevin. “Nunca se siguieron protocolos claros. Siento que nos dejaron solos en el momento más crítico. Nos pidieron que nos fuéramos como si la vida de Kevin no importara”, afirmó en un testimonio que busca abrir un debate sobre las condiciones de seguridad en el turismo de alta montaña.

El viaje final

Esa noche, mientras el mundo celebraba el inicio de un nuevo año, Kevin era trasladado en lomo de caballo hasta el Valle de Cocora, en Quindío. El trayecto, que tomó más de seis horas, culminó con el levantamiento del cuerpo en las primeras horas de 2025. Para Jois y Julieth, el regreso estuvo marcado por el dolor, el desconcierto y la sensación de abandono.

Reflexiones necesarias

La muerte de Kevin deja muchas preguntas en el aire. ¿Están las agencias de turismo preparadas para enfrentar emergencias en terrenos tan hostiles? ¿Existen protocolos efectivos en los parques nacionales para garantizar la seguridad de los visitantes? Estas interrogantes son un llamado urgente a las autoridades y operadores turísticos para prevenir tragedias similares en el futuro.

Hoy, su familia lo recuerda como un soñador incansable, un amante de la naturaleza y un ser humano lleno de vida. “Él vivía para las montañas, pero nunca pensamos que una de ellas se lo llevaría”, concluyó Julieth.

El último recorrido de Kevin Hernando Bocanegra es una lección de vida y responsabilidad que no debe olvidarse. Su historia, más que un adiós, es un llamado a proteger tanto a los viajeros como a la majestuosidad de las montañas que él tanto amaba.

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