Por: José Barreto, candidato a la Alcaldía de Ibagué
La administración del señor Andrés Fabián Hurtado saca pecho con sus logros y para ello utilizó
con descaro el Mundial de Patinaje Artístico, que por primera vez tuvo como sede a Ibagué, un
evento que dejó muchas sombras. Lo que era un certamen netamente deportivo se usó para
impulsar, de manera velada, el nombre de Johana Aranda, la candidata del actual alcalde, cosa
que no es secreto para nadie.
Me remitiré a los hechos. El último sábado por la noche, al cierre del comentado Mundial, se armó
un caos alrededor del Coliseo Mayor del Parque Deportivo no tanto por la nutrida asistencia de
espectadores y amantes del patinaje, sino por la caravana política de la candidata Aranda, que
aprovechó la presencia de un público cautivo para organizar un acto proselitista justo en frente
al escenario deportivo, con lo cual la alcaldía, de manera arbitraria, decidió cerrar calles, sin
importarle el desorden vehicular y el colapso del tráfico en la vía hacia el aeropuerto Perales.
Mientras de un lado, el transeúnte observaba una valla con la inscripción “Ibagué nuevamente
será mundial”, puesta a la entrada del Parque Deportivo, pasando la avenida, se observaba la
autopublicidad de la Alcaldía mezclada con la parafernalia política de la candidata del Centro
Democrático y otros partidos.
Este es un capítulo inédito de las tantas artimañas politiqueras en nuestra ciudad. Estamos, nada
más y nada menos, asistiendo con rabia y perplejidad a una nueva forma de intromisión en
política, en la que la alcaldía usa con total desvergüenza un evento oficial para hacerse bombo y
de paso hacer el guiño en favor de la candidata de su conveniencia.
A través de audios, fotos y videos los propios ciudadanos documentaron los bochornos episodios
que aquí relato. Por ejemplo, un ciudadano reportó el estrés que debió padecer, junto con su
familia e hijo de brazos, durante 45 largos minutos de embotellamiento en la avenida Pedro Tafur.
La Alcaldía no puede afectar el normal funcionamiento de la ciudad por puro oportunismo
político, agregando mayores traumas a la ya de por sí lamentable situación de movilidad que vive
Ibagué, calamidad que además ha puesto en evidencia la ineficiencia de la Secretaría de tránsito.
En el colmo del descaro, la campaña de Aranda instaló vallas y repartió pendones y todo tipo de
publicidad política, en inmediaciones del escenario deportivo, dando a entender que el Mundial
de Patinaje Artístico y la campaña política son –o eran, mejor dicho- la misma cosa. Es decir, de
manera soterrada se usan los recursos públicos de un evento que nos pertenece a todos los
ibaguereños con un sentido proselitista, para mostrar con bombos y platillos la gestión oficial de
esta Alcaldía ante los ciudadanos y al mismo tiempo recordarles por quién deben votar en las
elecciones del 29 de octubre. No hay otra explicación que justifique tal conchudez, tal abuso de
poder.
La autoridad electoral debe pronunciarse sobre estos hechos que, además de atentar contra el
juego limpio de la campaña política, nos deja en desventaja a los candidatos que trabajamos con
las uñas, sin más recursos que nuestra hoja de vida y la experiencia al servicio de la ciudad, sin la
poderosa maquinaria de los partidos de siempre y las arcas de la administración pública. El
llamado Hurtadismo quiere mantenerse anclado al poder por interpuesta persona, pasando por
encima de los ciudadanos y sobre todo de las normas que limitan sus funciones.
Eso sí, la solapada administración nada nos ha informado a los ibaguereños sobre los
inconvenientes del Mundial de Patinaje Artístico, que ha recibido todo tipo de críticas por una
pista con deformidades, lo que afectó sensiblemente algunas competencias. Esperamos que sean
los órganos de control quienes le informen a la ciudad de manera transparente el balance que
deja esta competición internacional.
La crítica no es gratuita, si tenemos en cuenta que se volvió
costumbre que el alcalde Hurtado se vea envuelto en líos por uso indebido de los escenarios
deportivos. No olvidemos que, como lo reseñó el periódico El Tiempo, en el año 2021, el
burgomaestre utilizó el estadio Manuel Murillo Toro para celebrar el cumpleaños de su hijo con
un partido de fútbol, que contó con terna arbitral del Colegio de Árbitros del Tolima, narración de
locutores deportivos, así como torta y pizza para los invitados”.
Por sus hechos los conoceréis, dice el dicho. Sobran las palabras.