Ninguno de los tres imputados aceptó los cargos aplicados por la delegada fiscal de la Unidad de Vida que adelanta la investigación en su contra
El viernes 21 de abril la Fiscalía aplicó cargos a tres profesionales de la salud de Ibagué, por los hechos ocurridos en enero de 2016 en donde el paciente Anderson Valencia Piñeros murió a causa de un edema pulmonar como reacción a una transfusión de sangre asociada a un dengue grave.
La víctima consultó por urgencias, situación ante la cual los profesionales no le dedicaron el tiempo necesario y suficiente para realizar una evaluación adecuada según las condiciones del paciente, quien necesitaba un manejo oportuno y diligente.
El 7 de enero del año 2016, la víctima de 20 años de edad acudió por urgencias a la Unidad de Salud de Ibagué, por un cuadro de síntomas asociados al dengue como diarrea, desaliento, dolor ocular, dolor de cabeza, fiebre, taquicardia, entre otros.
Valencia Piñeros fue valorado por el médico de turno quien lo encontró en “mejor condición clínica” y definió manejo ambulatorio con control de hemograma el día siguiente, al considerar cuadro de dengue sin signos de alarma.
El señor Valencia fue atendido a las 2:00 de la mañana del 9 de enero, cinco horas después de su ingreso. En la valoración médica lo encontraron deshidratado, con signos de sangrado en piel, por lo tanto, fue canalizado dando inicio a manejo de líquidos, y se ordenaron laboratorios. En ese período inició un choque hipovolémico.
La Fiscalía encontró que la causa directa de la muerte fue un edema pulmonar a una reacción transfusional, asociada a dengue grave.
La imputación fue hecha a los médicos Hamilton Alonso Calderón Téllez, Andry Julieth Osorio Ariza y la enfermera Jalime Góngora Varón, quienes atendieron a Valencia Piñeros, en diferentes momentos entre el 7 y el 9 de enero en dos centros asistenciales de la ciudad a lo que ninguno de los tres imputados aceptó los cargos imputados por la delegada fiscal de la Unidad de Vida que adelanta la investigación en su contra.