Argentina brilló ante Croacia con una magnífica actuación de Lionel Messi y Julián Álvarez.
Argentina se paseó con un 3-0 inapelable, indiscutible, inmensamente merecido. Solo hubo un equipo en la cancha, ese que selló el boleto a la final del domingo.
Era un ejercicio de paciencia, de entender, sin desesperarse en donde Croacia tenía un único plan y era entregarle la pelota a los de Scaloni, no sobreactuarse por recuperarla y aprovechar los espacios que dejaran los argentinos para contragolpearlos.
La primera gran opción de la albiceleste llegó gracias a un remate furioso de Enzo Fernández que atajó brillante Livakovic, siendo esta opción el primer aviso de lo que traía Argentina para esta semi.
Después de esta opción aparecería otro de los jugadores más destacados de la selección Argentina, precisamente estamos hablando de Julián Álvarez que sacó su arma letal a los 33 minutos, cuando les hizo un agujero enorme a los estáticos croatas y en el mano a mano obligó al primer error de Livakovic en toda la Copa: falta, penalti y gol de Lionel Messi.
Nuevamente aparecería Julián Álvarez en este compromiso para ratificar el gran momento que atraviesa en el Mundial con un verdadero golazo al minuto 39 de la primera mitad. Argentina se fue al descanso 2-0 gracias a la conquista del delantero del Manchester City, que lleva tres gritos en cuatro partidos. El cordobés arrancó la jugada detrás de la mitad de cancha y luego de correr más de 50 metros a pura velocidad y empuje, convirtió tras contar a su favor con varios rebotes que evitaron el rechazo de los defensores croatas.
Ya en el segundo tiempo exactamente en el minuto 69 presenciamos una de las mejores jugadas del astro argentino, la tomó Messi casi en el medio campo y enfiló a la puerta, imbatible, indescifrable, y cuando vio a Álvarez libre, lo habilitó para que hiciera su doblete. Con esta anotación Argentina ampliaría el marcador para el 3-0 final.
Tras esto no hubo reacción de Croacia, no hubo Modric, no hubo juego aéreo, no hubo nada. Demasiado cansancio acumulado para reaccionar a la arremetida albiceleste.
Argentina va a su final, a la que fue a buscar, a la que se propuso llevar a Messi. Difícil encontrar un momento igual para la corona que merece el capi. Es ahora. Tiene que ser ahora.