Diez años después del asesinato del joven grafitero Diego Felipe Becerra, fue capturado el destituido patrullero de la Policía Nacional Wilmer Antonio Alarcón Vargas, responsable del delito y quien se encontraba prófugo desde el año 2016.
El expolicía fue condenado a 37 años de prisión en el año 2017, por los hechos ocurridos en Bogotá en 2011, y en mayo pasado el Tribunal Superior de Bogotá había ratificado su condena.
La captura del Wilmer Antonio Alarcón Vargas se dio en una vivienda del barrio Llano Lindo en Yopal, Casanare, hasta donde llegaron funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía junto a miembros del Gaula Ejército.
Diego Felipe Becerra, quien tenía 16 años de edad, murió por un disparo que le propinó Alarcón Vargas, la noche del 19 de agosto del 2011, en el puente de la calle 116 con avenida Boyacá.
El jueves, justamente en ese sitio, sus familiares y amigos realizaron una ‘velatón’ en homenaje al joven, tras 10 años de su asesinato.
El caso estuvo marcado porque, como lo encontró la justicia, varios uniformados quisieron hacer pasar al joven por un supuesto atracador que había perpetrado un robo en una buseta de servicio público, pero el menor solo estaba pintando un grafiti y fue atacado cuando estaba indefenso, al tratar de huir del lugar.
La audiencia de legalización de captura se cumplirá ante un Juez de Control de Garantías en Yopal, y luego el procesado será traslado a Bogotá para ser puesto a disposición del Inpec, que definirá el lugar de reclusión de Alarcón Vargas, quien fue destituido de la Policía Nacional en 2016.
En mayo pasado el Tribunal Superior de Bogotá ratificó la condena de 37 años, 6 meses y 1 día de prisión por homicidio agravado contra el expolicía.
Redacción Nicole Homez